20/Agosto/2013

La diversidad de ideas y proyectos no deben paralizar a la sociedad ni al gobierno, sino que, por el contrario, el empuje de las fuerzas políticas y sociales organizadas y sus propuestas, deben de ser fortalezas de un Estado que exige de todos sus miembros lo mejor de sí, para superar circunstancias que nos lastiman y poder obtener mayores logros en nuestro desarrollo.

Así lo destacó el gobernador Jesús Reyna García al fungir como orador durante la ceremonia por el CCII aniversario de instalación de la Suprema Junta Nacional Americana de Zitácuaro, donde evocó la visión de Ignacio López Rayón y José María Cos, quienes pusieron a consideración de ese órgano una iniciativa llamada Plan de Paz y Guerra, que fue enviada al Virrey el 16 de marzo de 1812, quien no hizo caso al llamado de paz de los insurgentes, ni escuchó sus argumentos a favor de un México independiente y por el contrario, trató al documento como herejía, ordenando que fuera quemado públicamente.

La iniciativa -refirió- quedó como un gran ejemplo de ética política porque, por muy confrontadas que estén las posiciones ideológicas y políticas, “siempre hay que darle oportunidad al entendimiento y a la posibilidad de los acuerdos, que nos den la necesaria armonía y la fuerza de la unidad, para emprender con mayor posibilidad de éxito los retos de la única patria que nos cobija”.

Ante el pleno del Cabildo de Zitácuaro, encabezado por el alcalde Juan Carlos Campos Ponce, el mandatario recordó que con ese espíritu, con una actitud positiva ante la pluralidad democrática que nos distingue a los michoacanos, “hemos convocado a todas las fuerzas políticas, productivas, culturales, educativas y sociales para que elaboremos juntos, suscribamos, implementemos y evaluemos periódicamente, un Acuerdo por Michoacán”.

Al definirse como un demócrata por convicción,  partidario de construir acuerdos mediante el diálogo y la conciliación de intereses y puntos de vista diversos, indicó que la democracia, como una forma de organización social, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad general. 

Abundó: La democracia es también una forma de gobierno, de organización del Estado, en el cual las decisiones colectivas son acordadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que les confiere legitimidad a sus representantes. 

Los michoacanos no nos sabemos rendir. Somos conscientes de los problemas que tenemos, pero no claudicaremos ante la adversidad ni nos doblegamos ante aquellos que nos quieren infundir un espíritu derrotista. Tenemos problemas sí, pero todos deben saber, que los michoacanos contamos con una herencia histórica, una determinación y una voluntad hecha programa, con la que, estamos seguros,  más temprano que tarde, superaremos todos estos obstáculos, que la historia contemporánea nos pone como retos, añadió Reyna García.

Fue claro al precisar que en un sistema democrático como el nuestro, no es posible, ni deseable, que un solo interés prevalezca por encima de los demás, y mucho menos que se pretenda imponer por medio de la fuerza o del chantaje. En una sociedad democrática, las políticas públicas tienen que contar  con  la aprobación y el consenso de las mayorías. 

La política, puntualizó, es el arte de lo posible. Los políticos tenemos la responsabilidad de construir los consensos que le permitan a la sociedad que representamos, avanzar hacia el logro de mejores niveles de bienestar y justicia, concluyó el Ejecutivo.

ENTREGA DE RECONOCIMIENTO

Como parte de la celebración, el Ayuntamiento de Zitácuaro entregó la presea al mérito al abogado, académico y servidor público, Gregorio López Mendoza, por haber dado honra y prestigio a ese municipio del Oriente michoacano.

Correspondió al gobernador Jesús Reyna entregar el reconocimiento al galardonado, quien a todos los actores de la sociedad a asumir con responsabilidad sus tareas para hacer realidad los postulados por los que lucharon los insurgentes de 1810 y dejaron constancia de su compromiso con la Patria, al crear las primeras instituciones  que dieron vialidad al México independiente.