La Serpiente II
Laura Martínez y Abdiel Villaseñor (Segunda parte)
Por Saraí Rangel

La Serpiente IIEs notable que cualquier expresión artística además del talento y la pasión requiere para brindar seguridad a sus hacedores, sin embargo lo más difícil de conseguir son precisamente esas condiciones materiales, las mismas condiciones que los tendrían trabajando en una compañía de cualquier otra cosa que no fuera artística donde cada quién tuviera un sueldo mensual, un seguro médico fijo, condiciones a las que aspiran y por las cuales no quitan el dedo del renglón y se mantienen en la lucha por adquirirlas.

Este es el caso de “La Serpiente”, que para lograr sus objetivos se han mantenido luchando con tal de conseguir esas condiciones y crear un clima en el que los empresarios se atrevan a invertir en este arte, donde la preparación es de suma importancia para mantener el nivel profesional y el prestigio ya obtenido. De esta forma continuamos la charla con Laura Martínez y Abdiel Villaseñor.


¿Cuál es el proceso que siguen para su preparación, en cuanto a sus obras y presentaciones?

Laura: Ahorita estamos moviendo una obra en coautoría con Abdiel, la más grande de las pocas que hemos hecho “Espacios Discontinuos”; en cuanto a la preparación, creo que todo gira en torno a que queremos hacer, el trabajo creativo también requiere de investigación y debe tener otros motores. Generalmente cuando creamos algo es porque lo que tenemos gira en torno a algo desde lo que estamos leyendo o lo que queremos escribir, cosas así. Tenemos muchos trabajos que están conformadas por obras cortas, sólo dos son obras largas, entonces esas obras cortas nos han ejercitado en la composición y ahora estamos interesados en hacer más obras largas, y eso conlleva más tiempo de investigación, de escritorio y en todo, desde el tema. ¿Qué? del tema puede aprenderse para suscitar algo en movimiento. Entonces todo gira en torno a nuestras inquietudes.

Abdiel: Cada proceso ha sido muy diferente, digamos que cada espectáculo obedece a necesidades muy específicas, pero hay ciertas condiciones que tiene que haber fijas, independientemente de que tipo de montaje estemos haciendo y una de ellas es tener un cuerpo entrenado, a esa necesidad obedece que nosotros trabajemos un entrenamiento fijo de lunes a viernes, hacemos nuestra clase de dos horas de técnica contemporánea y una clase de hora y media de ballet, más el ensayo o el montaje según el trabajo que haya entonces, esto de nueve y media a tres de la tarde y en su defecto los sábados y domingos cuando tenemos una carga más fuerte de trabajo. Entonces independientemente de los montajes siempre tenemos un trabajo fijo de formación y de perfeccionamiento técnico, que es una parte que para nosotros es esencial: mantener el cuerpo siempre en forma y en óptimas condiciones para cualquier cosa que venga.

¿Qué enseñanza les deja el asistir a los Festivales de Danza, dentro y fuera del país?

Laura: La Serpiente me ha posibilitado salir de mi país, entonces creo que si es una experiencia vital porque ves la respuesta de la gente que no es de tu propia cultura, gente que está viendo tu trabajo y cómo se conecta o no se conecta con lo que haces, creo que esa es de las experiencias más enriquecedoras en ese sentido porque ahí sí se puede ponderar que estás haciendo y creo que ha sido lo interesante.

Fuimos a Santiago a un concurso, ahí, fue importante el asistir y el ganar en un país que no era el nuestro y también fue importante ver que se hacía de danza en Chile. Salir de Morelia es significativo porque ya es otro público, que no te conoce, que ya no te encasilla; en el extranjero se acentúa eso y te reditúa el ver como la gente reacciona ante tu trabajo. Ves y magnificas lo que tú tienes en tu país y lo que no tienes, te sitúa en el panorama de la danza a nivel mundial.

Abdiel: Lo más valioso de estar fuera es que hay una revaloración del espacio propio, como cuando miras a distancia tu casa y te das cuenta que cada rincón es importante o que extrañas cada cosa mínima que tienes y la dimensionas diferente. Siempre en los viajes hay como una actitud de comparación natural, empiezas a ver qué hay en el lugar que tú no tienes y viceversa, lo importante es que valoras mucho las cosas cotidianas, que de pronto podemos ver muy comunes te das cuenta que no lo son tanto. Nos ha tocado ir a lugares donde no hay público, o cómo aquí en México que existe una serie de festivales aglutinados en la red nacional de festivales de danza, cuando en otros países ni siquiera existe un festival oficial. Valoras mucho lo propio y regresas recargado de muchas cosas, aunque los encuentros no siempre son muy satisfactorios porque no cumplen con las expectativas que esperábamos y tus aspiraciones se truncan un poco, pero son experiencias de las que siempre aprendes.

Es importante en el arte escénico siempre confrontarlo con algo que no es el lugar donde lo estas produciendo, porque te permite tener una reacción distinta a la que tienes en el lugar donde la gente ya conoce lo que haces; siempre analizamos la reacción del público cuando nos toca salir a otro lugar, porque a veces tenemos reacciones diferentes a las esperadas y sobretodo invita mucho a la reflexión sobre nuestro trabajo.

¿Consideran entonces en este caso que México se encuentra bien posicionado a nivel mundial en cuanto a la danza?

Laura: Yo creo que el arte en general en México, todos los plásticos que tenemos en la historia son contundentes, ya cuando vienes de México te dicen: “oh! Tamayo, Diego Rivera”; ya tienen como mucha referencia y creo que en la danza también sucede, siempre que dices México en otros países te dicen: “ahí si apoyan al arte”, es como inmediato, el que seas mexicano para alguien de Latinoamérica es que estas en un país afortunado, y claro que nosotros aquí quisiéramos tener más, es como natural, uno lucha por siempre tener más, no conformarse con lo que se tiene, creo que a nivel Latinoamérica nosotros tenemos mucho que ofrecer.

Abdiel: En ese sentido nunca vamos a llegar a un nivel óptimo, porque siempre una necesidad satisfecha implica una nueva necesidad, pero creo que más que seamos una potencia, hay como un diamante en bruto que hay que trabajarlo a nivel de formación, a nivel de cómo se asume la danza profesional en México y lo vemos tanto en lo macro como en lo micro. El asumir que se está trabajando a un nivel profesional es relativo, depende de cómo cada quien lo ve, por eso nosotros siempre resaltamos que la visión que tenemos es la visión de nosotros, no podemos decir si la danza en Morelia en general tiene un nivel óptimo o no, podemos decir del trabajo propio, como en qué nivel de la aspiración que tenemos estamos. En ese sentido sabemos que hay condiciones que todavía no han favorecido la profesionalización total del trabajo nuestro y que más que nada son materiales.


¿Los empresarios deberían apostar e invertir por proyectos de arte como el de ustedes?

Laura: Así como invierten también en la plástica… lo que pasa es que te compran algo y se les va de las manos, es como comprar agua, pero creo que es redituable así como dice Abdiel porque tiene impacto, toda obra artística tiene impacto; Creo que hay ahora mucha efervescencia de la iniciativa privada, que empieza a invertir en el arte, no solamente en la plástica, pero como que falta.

Abdiel: Hace falta por parte de la iniciativa la disposición de arriesgarse a invertir en este tipo de proyectos.

Laura: Y que es por desconocimiento, nosotros cuando nos ganamos nuestra primera beca en la Fundación BANCOMER nadie de danza se la había ganado, siempre plástica, entonces cuando hicimos nuestro cuarto festival, el primero apoyado por ellos, estaban encantados con todos los resultados e incluso para el siguiente festival no tuvimos ni que buscarlos, ellos nos buscaron a nosotros, entonces falta esa relación.

Abdiel: Es una cosa como en las dos direcciones, por un lado la iniciativa privada debe tener la capacidad de arriesgarse a invertir en proyectos de este tipo y por otro la comunidad artística también debe tener la capacidad de auto-gestionar sus propios proyectos para dirigirlos a ese tipo de inversiones, porque todo mundo de pronto necesita dinero pero no mueven un dedo por tener una carpeta presentable, por tener un proyecto que pueda interesarle a la iniciativa privada. Porque es cierto, las grandes empresas que invierten en la cultura porque tienen un fideicomiso o un fondo de cultura, solamente invierten en proyectos de un impacto mayor, a nadie le interesa invertir en la danza, pero quizá si les interesa que su logotipo aparezca en veinte programas de mano de funciones en el extranjero, pero para eso debe existir una correlación de una cosa con otra, digamos tú debes tener un trabajo contundente para que a alguien le pueda interesar a ese nivel de impacto.

¿Qué viene ahora para la serpiente?

Abdiel: Ahorita estamos moviendo el espectáculo que se llama “Espacios discontinuos”, el formato largo de esa obra, acabamos de regresar de México donde tuvimos una temporada en el Centro Cultural los Talleres, con la obra que estrenamos en Junio en el Festival y tuvimos funciones en Julio en Mazatlán, ahora en el D.F. y estamos en el proceso de montaje de una obra corta que va a participar en el Premio Nacional de Coreografía “Miguel Covarrubias”.

¿Tienen planes en individual?

Laura: Individualmente esta raro, la Serpiente es nuestra vida entonces esta difícil pensarla como en individual, si se que Laura quiere como ciertas cosas pero hay otras que se van armando en conjunto, es como cuando estas casado no es sólo tú, esta siempre la otra persona. Claro que individualmente a mí me gusta la creación y quiero hacer muchas cosas en ese sentido, ahorita estoy super entrenando porque mi cuerpo debe estar en óptimas condiciones porque voy a bailar; también me gusta escribir, reflexionar y eso lo puedo hacer en la Serpiente.

Abdiel: Profesionalmente, si hablamos en términos de danza, es casi imposible pensar en individual, porque hay un trabajo que es colectivo por naturaleza, muchas veces sí pones sobre la mesa un interés individual que se vuelve colectivo después, pero si a mí me preguntaran “¿qué quiero hacer de la danza?” todo tiene que ver con el proyecto de la Serpiente. Por ejemplo si mi interés es hacer algo relacionado con la multimedia se que el día que lo haga será a través de la compañía. Los intereses personales siempre se vuelven colectivos.

Después de siete años de trabajo como Compañía y cinco festivales, La Serpiente se mantiene unido y conectados más que como una estructura, como una familia, estos jóvenes luchan día a día por continuar creando, generar en el público un efecto de conciencia social y la generación de un público con el cual poder vincularse ofreciendo lo que para ellos es importante y que se da de forma natural.