Héctor González
Escuela de Capacitación y Desarrollo Humano Laboral para personas con Capac
Por Saraí Rangel

Héctor González Héctor González Aguilera trabaja para la Secretaría de Educación Pública, trabajó 12 años en el Sistema de Educación Especial y desde hace tres años inicio el proyecto de una escuela en donde se atienden a niños y jóvenes con capacidades diferentes, sin ninguna finalidad de lucro.

¿Cómo es que se inicia en este campo?
Fue a raíz del tiempo en el que estuve trabajando con este tipo de personas y porque llega un momento en que la cobertura que hay, institucionalmente hablando, es hasta sexto de primaria; entonces no hay oportunidad para los muchachos, no hay secundaria .Fue a raíz de observar – vamos a decirlo así - limitantes para su desarrollo personal, humano y de trabajo.

¿Cuál es la atención que se les brinda?
Atendemos desde el área pedagógica, el área terapéutica, hasta lo que se llama ahora Capacitación Laboral, son esas tres vertientes, escolar, rehabilitación y trabajo.

¿Cómo se conforman?
De primera instancia esto es difícil, porque tienes que recurrir realmente a especialistas a gente que tenga verdaderamente una preparación, y eso es caro, una terapia en aproximado te está costando $250.00 pesos la hora, entonces ¿qué hicimos nosotros?, ¿con qué recursos contamos?, los recursos eran muy escasos. Iniciamos viendo qué capacidades teníamos nosotros, a invitar primero a amigos según la disciplina en la que se desarrollaran para impartir cierto taller y así fue como nos fuimos conformando. Se ha modificado porque realmente se necesita de gente que sepa de docencia (…) las personas que están colaborando con nosotros realmente tienen vocación de servir y servirle a este tipo de personas.

¿Los captan a partir de que terminan la primaria?
Sí, iniciamos con un proyecto que originalmente eran talleres de capacitación en manualidades, cocina y de computación encaminado a lo que era el diseño, a hacer tarjetas de publicidad y el área de rehabilitación. Lo abrimos a niños, jóvenes y adultos hasta cierta edad, pero empezaron a llegar chavos, 12, 13, 14, 15 años, corroborando que donde hacía falta atención era precisamente en la etapa de la adolescencia. Actualmente se trabaja lo pedagógico de las 9 a la 1 y de 1 a 2 o 3 de la tarde se quedan a talleres y al área de psicomotricidad.

¿Cómo se atiende el área pedagógica?
Lo pedagógico, se maneja según el plan de estudios de la SEP, nada más que aquí se hacen adecuaciones curriculares, es decir yo tengo el plan de la SEP, pero no se trabaja con el fichero que propone, si no que se hace el material, se crea el material para que el niño lo pueda manejar, trabajamos con material que sea concreto, que él vea lo está haciendo y no se lo imagine.

Es darles la enseñanza de manera tangible.
Exactamente, porque en el nivel de desarrollo que tienen desgraciadamente también hay un desfase en esta cuestión cronológica – biológica, sí son chavos de secundaría pero que traen un nivel cognitivo de segundo o tercero de primaria, entonces hay que ir adaptando estos contenidos, con lo que ellos puedan hacer.


¿Y en cuanto al área de terapia?
Yo soy el que atiende esa parte, me asesoro con una persona que tiene más de 30 años siendo terapeuta físico y es reconocido aquí en Morelia, mi carrera también es afín, tengo una maestría en cultura física y me he dedicado a esta área de la rehabilitación, por lo que he asistido a muchos cursos del tema. Cada tratamiento o terapia es distinta, hay que determinar de qué tipo de lesión existe, hacer una valoración y en base a eso se da el tratamiento, con ejercicios, con electroterapia, con masajes, con compresas, con luz, es con lo que nosotros contamos además de algunos aparatos. Pero lo más importante aquí no es solamente el hecho de poner a trabajar su lado afectado, si no es tratar de potencializar su lado hábil.

¿Qué talleres ofertan?
En un tiempo se impartían los talleres de música, teatro, pintura, manualidades, cocina, computación llegamos a ofrecer seis talleres, ahorita por el número de alumnos y por las necesidades que han ido cambiando, nada más tenemos tres, pero la idea es seguir creciendo.

¿Cuántos alumnos tienen?
Eso siempre ha sido fluctuante, iniciamos con dos niños, después crecimos y llegamos a tener 22, después descendió el número a 15 y ahorita tenemos 13, desde que iniciamos en Septiembre.

¿Cómo se da la dinámica de integración?
Es como en cualquier otro grupo, uno de los principios es trabajar mucho en el sentido personal, ¿Qué piensas de ti?, ¿Cómo te ves?, ¿Te quieres?, ¿eres importante para ti? En la medida que ellos se vayan reconociendo como alguien importante, alguien valioso es en la medida que el grupo va a ir manejando este sistema de convivencia. Es importante llevarlos a la reflexión desde el “YO”. El interés es que primero se valoren como seres humanos y valoren a sus compañeros y con los que se relaciones día con día; porque ellos tienen mucho que ofrecer. Es estar en ese constante reconocimiento de su valía como persona, de respeto hacia ellos mismos y por consiguiente el traducirlo con los demás.

¿Cuáles son las diferencias entre una escuela de gobierno y un instituto como este?
Las diferencias son en primer lugar que tenemos atención temporal, no hay paros, marchas ni suspensiones; el compromiso mayor es con el niño, lo que sí es que en una escuela de gobierno la preparación de las personas es mayor, la experiencia es mayor; pero el gusto y la vocación no es a la par. El nivel de compromiso se vuelve relativo, esto en cuestión de la atención, en cuestión de instalaciones las escuelas de gobiernos nos la matan, aunque no estén bien aprovechadas.

Hablando de los niños ¿cómo asimilan este cambio?
Ellos también ven las diferencias, sí hay un acercamiento mayor con el niño te lleva a que exista una relación más estrecha, entonces el niño te puede ofrecer más cosas porque se siente más en confianza y más seguro. Ellos transmiten su cariño de manera muy abierta. El llegar a una escuela más pequeña, con menos niños, con la idea del trabajo diferente hace que los chicos estén más agusto.

¿Cuál sería el objetivo principal de TALINI? ¿Hacia dónde van enfocados?
Un instituto como este no lo había aquí en Morelia, existía un lugar donde les daban talleres como carpintería, herrería y oficios que a nuestro parecer son riesgosos; la tipología que nosotros manejamos son chicos limitados en la motricidad, hay otros chicos con problemas en el aprendizaje, en la lectoescritura, y en la lógica matemática, no tenemos niños con síndrome de Down, no tenemos niños ciegos, débiles visuales, ni sordomudos. Cada uno tiene sus propias características y sus propios puntos en los que puede desarrollarse, entonces nosotros al ver nuestra población, intentamos ofrecerles capacitación en algo que sí pudieran realizar y que no tuviera riesgo; por ejemplo en la cocina, aún no trabajan bien con los cuchillos pero siempre hay alguien supervisando y así es como hemos ido poco a poco avanzando. Esta área es la que más nos importa a nosotros porque a fin de cuentas ya son chavos grandes, entonces la situación es ver si en algún momento dado no pueden aspirar a un título o a una carrera que sí se puedan dedicar a algo, que puedan vivir de algo.

También resulta difícil porque nosotros como sociedad tendemos a limitarlos.
¡Sí nosotros mismos nos limitamos!, cuando vemos a alguien que creemos que está más limitado que nosotros lo segregamos. Yo siempre pregunto “¿qué pasaría si tú te accidentaras y quedaras en una silla de ruedas o muletas?, ¿qué harías?, ¿cómo te percibirías a ti mismo?, y ¿cómo empezarías a percibir a los demás?, ¿te vas a esperar a que te suceda algo así, o que le suceda a alguien de tu familia?”. Nadie está exento, entonces ¿para qué esperarnos?, mejor vamos tratando de crear esta cultura de la diversidad, en el sentido del reconocimiento a todo tipo de personas y esto va desde una persona con discapacidad o una persona que tenga un problema “X. Creo que la visión de estos muchachos es al revés ellos creen en algo y no lo dejan hasta que llegan. Todo mundo tenemos limitaciones, la diferencia es que a ellos se les nota.

En cuanto a la cultura y el trato que se le da a las personas con capacidades diferentes ¿Cómo estamos en Morelia?; me refiero sobretodo porque muchas veces no sabemos cómo tratarlos ya pasa que sí ofreces ayuda se molestan y te dicen “yo puedo”, y si no, bueno también se pueden molestar…
Y piensan “que gacho” ¿no?; yo conocí algunos deportistas hace muchos años, con lesiones por polio y les pregunte directamente si a ellos les gustaba que les ayudaran o les llevaran la silla, uno de ellos me respondió después de un ejemplo “cuando yo te lo pida tu me vas a ayudar, sino te lo pido, trátame igual como a cualquier persona”; sin embargo, existen reglas de cortesía que muchas veces quisieras aplicar con ellos, si lo vas a hacer, hazlo porque te nace, no por compromiso o por tratar de quedar bien. Hay que tratar de no caer en eso de verlos diferente.

¿Cómo se desarrollan en el terreno cultural?
Yo entiendo a la cultura como todo lo que va creando el hombre, lo que te va haciendo desarrollarte como persona es todo aquello que te hace bien a ti y que le puede servir a los demás, en ese sentido es la insistencia con los muchachos de que se reconozcan como personas. Entrando ya en el campo de las artes, tenemos un chico que pinta muy bien, el problema es ¿dónde o cómo lo canalizas?, también teníamos un chico muy talentoso en la parte de la música, tocaba los bongoes y a todo ponía ritmo. En esta parte falta mucho, pero al menos tratamos en contribuir para fomentarles algo más, como el gusto por el arte; hay otro chico al que le encanta la literatura, ¿quién dice que después no va a querer escribir también?, pero hay que acercarles lo que podamos.
Nosotros tenemos un compromiso con estos chicos, contribuir a que haya algo diferente para ellos, esa es la idea.